Soy Guadalupe, tengo 31 años y estudié una licenciatura en Ciencias de la Comunicación, actualmente me dedico a cuidar niños en un hotel. Económicamente vivo bien en general. Viví en unión libre, mi ex estudió hasta la secundaria y trabajaba como director de escenografía, su nivel socioeconómico era muy bueno, medio alto.
En mi casa sufrí mucha violencia, mis padres nunca llevaron una buena relación, mi papá golpeaba a mi mamá mucho, lo hacía enfrente de mí, incluso estuvo a punto de abortar a mi hermano de las golpizas que le ponía mi papá, tomaba mucho, nunca estaba con nosotros, ni en festividades, ni siquiera en mi nacimiento. Pienso que ya lo superé.
En la actualidad, tengo mucha comunicación con mi papá, llevamos buena relación, no supe de él toda la primaria, pero a partir de la secundaria me apoyó en mis estudios, estuvo al pendiente de todas mis cosas. Soy bailarina, él me pagó clases de baile; nos dejó muchos años, pero después siempre ha estado conmigo, apoyándome.
Sobre la relación que tuve, duró 7 años, lo conocí en una fiesta e intercambiamos números, así empezó todo. No hubo golpes o insultos fuertes, pero los celos y obsesiones que tenía mi novio, eran exagerados, muy posesivos, no me quería dejar convivir con nadie, eso era muy difícil para mi por mi estilo de vida, era bailarina y siempre fui muy sociable. Me llegaba a celar hasta con los gays, mi coreógrafo era uno de ellos. Un día, estando en una fiesta, me aventó a la alberca, esa vez sentí literalmente que me quería ahogar, pero pude salir.
Me llegó a reclamar mucho que no podía acompañarme a mis presentaciones con el grupo de baile, esto porque era una regla establecida, al menos que fueras menor de edad, pero no podías llevar acompañantes.
Luego supe que él andaba con alguien más, aunque nunca pude comprobarlo, él nunca lo aceptó. Todo esto, me llevó a tomar la decisión de terminar la relación, afortunadamente pude hacerlo y ahora vivo muy bien, fue lo mejor.